La oímos y nos alteramos unos segundos, pensando en cómo vivirán las futuras generaciones, y al no poder imaginarlo, rápidamente olvidamos el tema y no lo volvemos a recordar hasta que alguien vuelve a mencionarlo.
Pues bien, es algo completamente falso. No nos estamos cargando el planeta. Hagamos lo que hagamos, el planeta seguirá existiendo durante mucho tiempo más. A pesar de que el nivel de CO2 aumente, por mucho que la temperatura vaya subiendo o se derritan los polos, el planeta seguirá ahí. Cuando ya no quede un sólo árbol, el planeta seguirá ahí.
Por eso, no nos estamos cargando el planeta, al que "le da igual" lo que haya dentro de él. Lo que nos estamos cargando son las condiciones que hacen posible nuestra vida en él.
Espero que la próxima vez que oigáis esa frase del título, penséis en ello de la manera en que está planteado aquí, a ver si esta pequeña puntualización nos hace frenar en nuestro empeño de hacer más difícil nuestra supervivencia.
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